El tiempo histórico
Cuando hablamos del transcurso del tiempo, podemos imaginarnos diferentes situaciones, porque, lo que ocurre, es que existen apreciaciones del devenir temporal. Por ejemplo:
- El tiempo personal: es el de cada uno, cómo vive el tiempo cada persona, la sensación temporal propia. Imagínate la clase; dura 45 minutos, pero a veces, a ti te parece que dura más. La apreciación del tiempo depende de tu vivencia personal.
- El tiempo social: es el que está regulado por las diferentes actividades que realizamos en conjunto con los demás. Para eso, nos ponemos de acuerdo y usamos el almanaque, el reloj. Cuando vas a clase a determinada hora y determinado día, estás haciendo uso de este tiempo.
- El tiempo natural: es el que está determinado por los astros; es el tiempo que marca el paso de los días, las estaciones, etc.
- El tiempo histórico: es el tiempo en el que transcurre la vida de las sociedades, desde la aparición de los primeros hombres hasta hoy.
Medir el tiempo
De la misma manera que ordenamos el tiempo en horas, días, años, el tiempo histórico tiene también una forma de ordenamiento. La cronología nos permite ubicar, fechar y ordenar los hechos históricos en el tiempo. Al tratarse de un tiempo muy vasto, tiene unidades de medida diferentes de las que tú usas diariamente; por ejemplo, maneja siglos (100 años) o milenios (1.000 años).
Una de las formas de representar el tiempo histórico es mediante una línea de tiempo.
La historia de la humanidad se divide en dos grandes períodos: PREHISTORIA e HISTORIA. La Prehistoria, es el período más largo que empieza con la aparición de los primeros humanos en la tierra (hace unos 4 millones de años) hasta la invención de la escritura (3.500 antes de Cristo). Aquí comienza la Historia escrita que llega hasta hoy. A su vez, ambos períodos se dividen en distintas etapas.
UNA LÍNEA DE TIEMPO SIMILAR A LA REALIZADA EN CLASE