La consigna era realizar una redacción libre, que respetara las reglas de ortografía y sintaxis acostumbradas para este tipo de trabajo; que incorporara la referencia a citas extraidas de textos de estudio o de documentos y en base a ellas poder fuindamentar la opinión personal que los esudiantes debián construir. El siguiente fue el trabajo seleccionado entre otros de excelente calidad.
Identidad. ¿Por qué?
Dada la
abundancia de información, libros, documentales, análisis, etc. que existen sobre
Artigas, su imagen y sus ideas, he decidido tomar como referencia para mi
redacción los documentos artiguistas, como fuente directa de sus ideas y
huellas de su personalidad, que es, en mi opinión, lo más destacable y lo único
que debería importarnos del Prócer de la Patria, por ser lo que lo han
destacado entre tantos otros que lucharon en nuestras tierras. Además me parece
justo estudiar sus palabras ya
que su imagen y participación en la historia han sido manipuladas a través del
tiempo por quienes han estado en el poder. Pero fundamental y personalmente,
como uruguaya que soy, me interesa saber los “por qué” intrincados en la imagen del Prócer, ¿por qué José Gervasio Artigas es Prócer de
mi patria?
Su
biografía, la que todos conocemos de principio a fin, cuenta que de joven, se
fue de su casa para vivir en la campaña, lo que no era usual para un niño criado en la comodidad de
la cuidad, como tampoco lo era el relacionamiento con indios. Lo que nos demuestra, que ya desde sus primeros años, era una
persona que se destacaba entre las demás, un adelantado de la época, que podía
ver y sentir diferente, a pesar de lo que su educación y las costumbres
exigían. Deja ver también su capacidad de ignorar de diferencias raciales y haber podido ser líder tanto de indios como
de blandengues, como él mismo contaba en su oficio al gobierno de Paraguay: “Ellos hicieron ver
entonces que no obedecían otras órdenes que las mías, y protestaron no
marcharían jamás no marchando yo a su cabeza”. También su respeto por la diversidad cultural, la naturaleza y los pueblos que viven
en ella,
la libertad civil y religiosa y la voluntad general me dejan boquiabierta
cuando leo sus documentos y me he es imposible admitir que hayan sido escritos
hace 200 años y contengan tanta verdad que quizá si se llevaran a la práctica tendríamos una mejor
actualidad.
Cuando en el Congreso de
Abril, llamó a quienes lo seguían “Ciudadanos” y expresó: “…Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa
por vuestra presencia soberana… yo ofendería altamente vuestro carácter y el mío,
vulnerando enormemente vuestros derechos sagrados, si pasase por mí una materia
reservada sólo a vosotros…” Artigas, hizo más que dejar una frase
bonita para colgar en las todas las escuelas del país unos siglos después. Nos dejó evidencia de que lideró a un pueblo al cual
respetaba y era consciente del origen de su autoridad, cosa que los líderes a través de la historia
han sabido ignorar una vez que llegan al poder. Quizá haya encontrado aquí mi primer
por qué.
Con las
Instrucciones del año XIII pude entender las ideas de Artigas en cuanto a la
política y a la organización de lo que él llamo las Provincias Unidas. Ahora, a distancia, y con las diferencias
culturales que se han pronunciado a través del trascurso del tiempo es difícil
pensar en una América políticamente unida, pero en su momento, cuando todas eran
colonias que buscaban libertad, quizá la unión de lo mejor de cada cultura, hubiera sido la salida que hubiera evitado que
hoy, como continente, estemos como estamos ya que la unión consistía, según Artigas, en “…una liga de amistad
con cada una de las otras (provincias) para su defensa común, seguridad de su
libertad y para su mutua y general felicidad, obligándose a asistir a cada una
de las otras (provincias) contra toda violencia o ataques hechos sobre ellas, o
sobre alguna de ellas por motivo de religión, soberanía, tráfico o algún
pretexto cualquiera
que sea”.
Quizá
unidos, hoy con todos los recursos con los que cuenta América Latina, no
seriamos tan explotados. Pero quien sabe, si Artigas pudo verlo hace 200 años,
capaz pueda aplicarse en 100.
En las
mismas Instrucciones Artigas plantea un gobierno republicano que tenía el fin
de conservar la igualdad, la libertad y seguridad de los ciudadanos y los
pueblos, siendo esta la base de gobierno para cada provincia y a su vez un
Gobierno Supremo de la Nación que se encargara de los asuntos generales.
Teóricamente en cuanto al gobierno de provincia planteado por Artigas, no
estamos tan alejados. Pero creo que ninguna fuerza política en la historia del
país, aunque lleve a cabo este modelo, ha tratado al pueblo y a su soberanía
como él lo hizo, pero a su vez, estoy convencida de que somos como somos por
nuestra historia, y todos, somos artiguistas en algún aspecto de nuestra vida. Por ejemplo, es frecuente
e indiscutido ya a esta altura la influencia perceptible en la izquierda
uruguaya, pero también en el otro espectro del sistema político, la Logia de
los Tenientes de Artigas, el grupo militar ultraderechista que existió a fines del
siglo XX en nuestro país, en algún punto este grupo de personas se sintió
identificado con los ideales del Prócer. Para concluir esta idea, creo que Artigas es parte de nuestra
identidad
y
encuentro. Aquí quizá el por qué más importante.
Otro documento con el que me
encuentro fue el “Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el
fomento de su campaña y seguridad de sus hacendados” en el que pude visualizar,
y me atrevo a decir, los pensamientos socialistas de Artigas. En cuanto al
reparto de tierras dice “…los más infelices sean los más
privilegiados…” incluyendo en el grupo de esos “infelices” a: negros libres, zambos
libres, criollos pobres y viudas a los que llamó “agraciados”. A éstos se les
daría terrenos a los que Artigas denomino “repartibles” y serían todos los
terrenos que pertenecieran a emigrantes, “malos europeos y peores americanos” y
también los que hubieran sido donados o vendidos al Gobierno de Montevideo.
Aquí esta, el quitarle a los ricos quienes además eran sus enemigos para darle a
quienes menos tenían y que fueran estos que además también pelearon por la Patria, los dueños
de ésta junto con los pueblos originarios, afroamericanos y gauchos a los que
les deja tierra sin repartir para que estos vivan tranquilos y libres en su
hábitat natural, que además, les pertenece. Otra vez, aparece el incesable respeto por
la naturaleza y quienes la habitan originalmente, que no deja de distinguir a Artigas
entre las grandes personalidades de nuestra historia. Sin ir más lejos, tenemos
a su contemporáneo, Rivera, con una conocida postura opuesta frente a los aborígenes.
Creo que acá hay otro por qué, el respeto que destaca a Artigas que es el mismo
que nos destaca a los uruguayos y del que los turistas tanto hablan cuando
visitan nuestros pagos.
Para
terminar, mi último por qué. Antes de empezar con esto, mi idea de Artigas era
distinta, con eso de que se fue justo en el momento donde la libertad tocaba la
puerta y había que hacerse cargo de ella, sentía un leve “rechazo” y repudio a
la acción del abandono. Además sentía que se nos había impuesto un prócer desde
la escuela al cual le cantamos himnos y canciones, cargamos su bandera pero nunca había logrado
entender porque había que hacer todo eso en su honor. Pero hoy puedo decir que leyendo sus documentos y
tratando de absorber toda esa abundancia de información que mencionaba al
principio, puedo decir que me encontré con Artigas y también conmigo. Creo que de verdad “solo aspiró al bien de su patria” (frase que me llena el alma) y me atrevería a decir que
es el único personaje en la historia que tuvo ese único fin e intento llegar a
él sin ningún interés personal, con errores, pero sin sacar provecho de la lucha o
de su autoridad, de hecho murió sin laureles ni honores, muy lejos de la patria
que lo traicionó. Quizá por eso que decía Hobbes de que el hombre es malo por
naturaleza y por eso es que no supieron respetar América cuando la
“descubrieron” y conquistaron para después transformarla en tierra de guerras y
disputas que giran alrededor de algo tan simple como el interés económico,
siempre de extranjeros. Igual puedo decir que el prócer de mi país, democrático y
republicano, fue alguien que fue capaz de pensar en el bien de todo un
continente sin importarle color de piel o lugar de nacimiento. Y para terminar, solo
queda esperar que un día se realice el sueño de unión y patria humanista que
Don José tuvo hace ya tanto tiempo. Como cantó Zitarrosa: “A la huella, primero, de
José Artigas, y sácate el sombrero, cuando lo digas”.
Autora: Yanina Gauthier (5º HUMANÍSTICO 1; LICEO nº 68, MONTEVIDEO)